Sabemos que la comida entra por los ojos, por eso es importante que el plato sea llamativo y que atraiga al comensal; para eso hay que tener en cuenta la combinación de colores y formas en el plato. Sin embargo, el veredicto final se dará cuando el plato sea degustado. Para ello es importante que los sabores se amalgamen bien, que ninguno sobresalga por sobre el resto y que así convivan en feliz armonía. La variedad de texturas -léase crocántez, blandura- y la justa dosis de dulzura, frescura y acidez son cosas a tener en cuenta.
Como una simple guía acá van combinaciones clásicas que nunca fallan:
- chocolate+frutilla: (la acidez de esta deliciosa fruta corta un poco lo empalagoso del choco)
- cerdo +guarnición con manzana (la acidez de la manzana corta la sensación grasosa de la carne)
- puré de papas o crema de leche +nuez moscada (esta especia realza el sabor suave de estos dos ingredientes)
- Tomate + albahaca (esta hierba tan aromática realza el sabor de esta fruta tan versátil)
Por último, tene en cuenta que en la variedad está el secreto: esto te proporcionara una alimentación sana y divertida. ¡¡Animate!!
