22 junio 2008

Viejos hábitos reciclados en nuevas tendencias

Matrimonios arreglados, muy común en muchas culturas religiosas

1. Sos un adicto al trabajo

2. Tenés un acceso limitado a potenciales parejas

3. Tenés expectativas poco realistas.

4. Tenés una tendencia a tomar decisiones desacertadas a la hora de elegir pareja.

5. Elegís usualmente parejas que no están disponibles.

6. Elegís a tu pareja con ojos de casamiento

7. Sos antisocial o un poco tímido

8. Te cuesta tener citas después de tu divorcio.

9. Estas buscando una relación a largo plazo.

10. Pensás que el amor es un poquito-muy complicado.

Si contestaste "Sí" a más de una de estas opciones, significa que estás necesitando la ayuda de una "matchmaker". Eso es al menos lo que afirman en el "Matchmaking Institute".

Establecido en Nueva York y con nueva sede en Singapur, este instituto alberga celestinas muy bien pagas, quienes a cambio de miles de pesos tienen la difícil tarea de unir dos corazones. Su trabajo comienza con el trazado del perfil del interesado (por ahora solo trabajan para hombres). 

El cliente dice: quiero una mujer que sea deportista, que haya viajado mucho y que quiera tener una familia numerosa. A partir de allí la búsqueda comienza. Luego, la celestina tendrá entrevistas con varias candidatas hasta dar con la media naranja del interesado. 

Yo me pregunto, ¿Como cambiaría la historia de Romeo y Julieta de haber existido una matchmaker? Suena absurdo imaginarse a Romeo en una consulta: "Quiero una mujer que sea de una familia enemiga, que me rompa la cabeza y el corazón". En esta historia fue el destino quien unió a estos dos amantes. 

Las matchmakers creen, sin embargo, que al destino hay que ayudarlo un poco. Como si esto fuera poco, comparan su profesión con la de un personal-trainer diciendo: si necesitamos a alguien que nos ayude a entrenar para no lesionarnos, ¿por qué no a quien nos evite lesiones amorosas?

Este fenómeno va en progresivo aumento, y en el instituto en cuestión son cada más las mujeres que estudian para ser celestinas profesionales. Las románticas empedernidas mientras tanto, nos aferramos al flechazo a primera vista y le decimos NO a la intervención de las matchmakers.

Cleopotras-Argentinas quiere saber tu opinión: ¿vos, contratarías a una Matchmaker?