Tú me quieres blanca

Pasacalle ubicado en la intersección de Av. Dorrego y Huergo

"...Tú que el esqueleto

Conservas intacto

No sé todavía

Por cuáles milagros

Me pretendes blanca

(Dios te perdone)

Me pretendes casta

(Dios te perdone)

¡Me pretendes alba!..."*

Cómo me gusta la sutileza y el estilo de Alfonsina Storni para expresar su enojo; cómo admiro la exactitud en la elección de las palabras y el ritmo en la lírica de la gran poetiza argentina... Y todo ese armamento en conjunto dispara directo al corazón. 
Sueño con tener ese don y esa elegancia cada vez que algo me saca de quicio y no puedo evitar insultar fria y crudamente (¡es que me sale la Cleopotra de adentro, qué quieren!).

Como cada vez que en mi televisor aparece la publicidad de la nueva Quilmes Light. Al que tuvo la dicha de perdérsela le cuento: las chichis están en la peluquería y una de ellas se la pasa hablando maravillas de su chico, que cómo trabaja, que es re atento y la llama a cada rato, etcétera. Mientras la mujer, enfundada con una toalla blanca que la hace ver más tonta todavía, se la pasa alardeando que tiene el mejor marido del mundo, se despliegan  imágenes del supuesto Marido Ideal (prototípico al menos) en escenas que lo comprometen: en realidad este hombre se pasa las jornadas laborales mirando fútbol y bebiendo cerveza de sa fo ra da mente.

Conclusiones preliminares: las mujeres somos descerebradas, incrédulas, ingenuas. (Y acá empieza a salir Cleopotra)

Y como de Guatemala siempre hay Guatepeor aparece Stella Artois y con una soberbia que supera la de CFK categoriza: Ella es perfecta. Qué palabra más engañosa "perfecta". Qué palabra más peligrosa... Décadas atrás miserables y despreciables monstruos utilizaron este parámetro para determinar quién merecía vivir y quién no. 

Desde Cleopotras instamos mínimo a la reflexión: no dejemos que nos pretendan blancas, castas ni albas.


Tu me quieres casta. (¡Dios te perdone!)---> Ge nia li dad


*Extracto de "Tu me quieres blanca", por Alfonsina Storni