30 noviembre 2010

Desamor a primera vista

Javier, no te enojes, che
o cómo espantar a un hombre en la archi-conocida "primera cita". De esto se ocupa la entrenadora de vida y relaciones; la cúpido paga: De Anna Lorraine. Preparó esta lista de 5 cosas que por nada del mundo debemos hacer:

1.Dar más de lo que recibís de parte de él:
El hombre debería ser el que toma la iniciativa en la relación (¿en qué siglo estamos!?) Él debería insistir, no la Mujer. Está en su naturaleza la caza y es su instinto perseguir su premio. No le compres bebidas, no llevés regalos, no le cocines una torta, o le ofrezcas buscarlo o llevarlo a su casa. Cuando una mujer da mucho al principio, se percibe como una desesperada; de esta manera baja su valor (faltó decir, en el mercado. Y después qué pasa, ¿es removida al sector "liquidaciones"?)

2. Pagar la cuenta
Sacar plata o la tarjeta de crédito para pagar la cuenta -dentro de las primeras citas- demuestra una energía masculina y arrolla el sano equilibrio entre "lo femenino" y "lo masculino". Aunque ganes más plata que él, esto se ve como un "turn-off". Si la relación camina, podrás ofrecer pagar las propinas o comprar las bebidas más adelante. Pero, en el primer par de citas dejalo él que se sienta el Proveedor, ya que está en la naturaleza del hombre. Si no lo haces, los roles se verán invertidos y él sentirá que esta saliendo con un hombre. (se ve que no conoce a los hombres codito, por no decir a los amarretes  que andan dando vuelta)

3. Hablar de tu ex o relaciones pasadas
Especialmente, nunca hablés de cómo te maltrataron, engañaron o abandonaron. Las personas con las cuales salís aprenden a tratarte según como fuiste tratada en el pasado, sólo algunos te tratarán mejor (¿personas o idotas?). Una charla negativa acerca de tu ex solo te hará ver a vos como una perdedora por haberlo soportado (¿una chica enamorada de un boludo no se puede pensar, digo yo?)

4.Hablar en exceso de tu compañía, tus títulos universitarios, tus calificaciones, credenciales, del trabajo. 
¡Esto es lo peor que podés hacer! Los hombres no quieren competir en la habitación como lo harían en una sala de oficina (claro, porque saben que pierden). Hablar mucho de tu trabajo emana energía masculina. Si no quieres ser tratada como un hombre y dejar de preguntarte porque los hombres huyen de ti tras la primera cita, entonces deja salir a Miss Femenina (¿femenina o idiotina?) y dejá a la empresaria atrás. Las abogadas más duras y las emprendedoras -por alguna razón- suelen ser flojas en esta tarea. Está bien hablar acerca de lo que sentis pasión y buscar cosas en común con él, pero hacerlo de modo excesivo no es la forma.

5. Hacer una (o todas) las cosas mencionadas arriba.
(faltó decir: es decir, pecar y sacar a la luz tu maldita energía masculina)
Después de leer esto, quiero creer que mientras De Anna dormía, su novio-esposo-amigo- amante entró a su blog y publicó ésta barbaridad. Porque si de verdad fue ella...

 ¡me sale la Cleopotra de adentro y se pudre todo!

*fuente: http://www.yourtango.com/

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