20 septiembre 2010

Paren el mundo acá:


La hija de Caniggia es modelo. Y así, como se tratará de la primicia del día, en los noticieros de la TV matutina nos informan que, efectivamente, la hija de 17 años (!) del pájaro Caniggia es ahora modelo. Uno al leer esto no sabe quien es más rídiculo: si el futbolista por haber pagado alguna astronómica suma de dinero para que su hija desfile -porque seamos sinceros, esa chica no está en la pasarela por su belleza-, o el noticiero que anuncia a 4 vientos que una adolescente cumplió su deseo de niñaricaymimada de desfilar cual Barbie por las pasarelas del mundo. Pero bueno, después de todo no le hechemos la culpa al noticiero (y de paso no quedemos mal con los colegas). Ellos padecen del mal de esta época, un mal que la periodista Joana Bonet ha dado a llamar "juventocracia".
Por eso, hoy por hoy Samantha no es sólo un personaje de Sex&The City. Ahora todas quieren estar espléndidas como esta mujer que ronda los 50 pero parece de 25. Y van en una busca desesperada tras la pócima de la juventud eterna. Y no sé que les venderán, pero pareciera que esa pócima contiene algo nocivo para las neuronas. Sino, miremos a la Alfano ridiculizándose todas las noches por TV.
En su nota, Bonet señala cómo en las década de los 50 se valoraban características de la mujer, que iban más allá de un culo levantado o de unas lolas a lo Pamela Anderson. Personalidades como la Callas, Sophia Loren, Catherine Denueve o Barbara Streinsand tenían peso escénico, dejaban a los hombres boquiabiertos, y no era justamente por mostrar su lencería en cámara. Lo hacían a suerte de fineza, femeneidad, glamour.
En "Elogio a la mujer madura", la periodista se refiere a cómo la reciente vuelta de Julia Roberts a las salas de los cines vuelve la atención del espectador a las verdaderas mujeres. A esas señoras de las 4 décadas o más. En Cleopotras nos sumamos al pedido de la periodista cuando escribe: "No debería ser una tendencia efímera que la personalidad gane a la pose y la experiencia, a la ingenuidad".


*Para ver la nota completa de Joana Bonet:
"Elogio de la mujer madura" en: www.lavanguardia.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

el tema de la precocidad se dá en todos los ordenes y no es para bien precisamente...