
A los tan sólo 18 años, Cleopatra recibió el trono de Egipto por parte de su padre. Años más tarde, su enemistad con Pompeyo, gobernador de Roma, la insita a unirse al enemigo de éste último, Julio César. Su fama de impulsiva, espontánea y apasionada no es en vano. El encuentro con quien sería su primera "presa", fue planeado de una forma estratégica. Cleopatra decidió hacerle un regalo especial, una alfombra. Hubiese sido interesante tener una cámara de fotos en esa época, para retratar la expresión del entonces gobernador egipcio, al ver que dentro de esa alfombra estaba la misma Reina exiliada. Se dice que quedó deslumbrado por su belleza. Además vio como una oportunidad única nombrar a Cleopatra Reina nuevamente, para ganarse el apoyo de Egipto, mientras que ella buscaba evitar una posible invasión romana. La unión entre ambos era por lo tanto inminente. Ambos pasaron la noche juntos. Y luego se emabrcaron en una travesía por el Nilo, donde ella era la super star, ya que era adorada como la faraona. Dos meses se dice que duro esa especie de luna de miel, trás la cual Cleopatra queda embarazada de su primogénito, César, o Cesarión. El padre, mientras tanto, vuelve a Roma. Más tarde, trae a su esposa e hijo a uno de sus palacios. Esto hizo enfadar a sus opositores republicanos. Enojo que se potenció a partir de las costumbres de Cleopatra, quien se hizo llamar la "nueva Isis" y vivía en un lujo exuberante. Julio César declaró abiertamente a Cesarión como su hijo, haciendo oídos sordos a quienes lo criticaban por desobedecer las leyes en contra de la bigamia -el ya estaba casado con Calpurnia-, y del casamiento con extranjeros.

Julio César fue asesinado, trás lo cual Cleopatra temió por su vida y la de su pequeño hijo, y tomó la decisión de volver a Alejandría. Allí envenena su hermano y nombra a Cesarión como corregente. Y como todo buen culebrón, esta historia no sería interesante sin la existencia de un amor pasional. Éste vendría de la mano de Marco Antonio, quien junto a Octavio y Lepidus, forma un triunvirato que gobierna Roma.
Por necesidad de que le preste dinero, a Marco Antonio le urge encontrarse con Cleopatra. Ella, sin embargo, desconfía de él, y sólo acepta concretar el encuentro bajo la tierra donde ella es patrona. Pese a que Egipto estaba en decadencia económica, Cleopatra navegó hacia ese encuentro utilizando remos de plata. Nuestra heronía estaba al tanto de la debilidad de Marco Antonio por las mujeres, la bebida, la buena vida. Y sabía también de su ambición y vulgaridad. Teniendo el perfil de su próxima presa bien trazado, Cleopatra se lanzó a reunirse con ésta vistiendo como Afrodita, la Reina del Amor. Su táctica fue eficiente, ya que el encuentro duro 4 días, trás la cual se convirtieron en amantes. Ella accedió a otorgarle el dinero a cambio de que él matara a su hermana. Los amantes pasaron juntos un año y luego se casaron. Pese a que la bigamia era penada en Roma. Pese a que la imagen de Octavio, el hijo de Marco Antonio, se vería altamente afectada.
El e

Sin duda, Cleopatra sabía obtener lo que quería. Stacy Schiff sostiene que los romanos tuvieron

*fuente:
www.nytimes.com
www.egiptomania.com
Sobre la elección de Carolina Peleretti: Si bien ella no
la ha personificado en ninguna película, como sí hizo Elizabeth Taylor y
probablemente hará Angelina Jolie próximamente, sus rasgos condicen con los
de Cleopatra, de quien sólo quedan representaciones que se realizaron sobre monedas, donde se la ve con un rostro angular, cuyo rasgo sobresaliente es la nariz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario